A fons - Gent Gran
A fons
A A fons tractem en profunditat qüestions d’interès i necessitat per a la gent gran posant-ne en relleu el valor i l’aportació que fan a la societat.
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A fons sobre edatisme, amb Gemma Nierga
Parlem sobre...
Intergeneracionalitat
Reflexionem amb Mariano Sánchez, director de la Càtedra Macrosad d'Estudis Intergeneracionals de la Universitat de Granada, sobre els reptes i oportunitats de les relacions intergeneracionals.
(Disponible només en castellà)
¿Qué entendemos por intergeneracionalidad?
En general, cualquier interacción entre personas etiquetadas como pertenecientes a distintas generaciones. Para mí, esto no es suficiente. Creo que solo existe intergeneracionalidad en el caso de relaciones entre generaciones llevadas a cabo y entendidas en términos de distancia temporal. Así, la relación entre un abuelo joven y su nieto joven puede no ser un ejemplo de intergeneracionalidad si ambos actúan como jóvenes. ¡Las etiquetas, sin más, confunden!
¿Qué beneficios aportan las relaciones intergeneracionales, tanto para las personas mayores como para las más jóvenes? ¿Y para toda la sociedad?
Pues los mismos que otras relaciones y uno más: la posibilidad de viajar en el tiempo. Me explico: la intergeneracionalidad des-ahoga nuestra percepción del tiempo porque lo estira y lo ensancha. Por ejemplo, sabemos que personas con amistades intergeneracionales suelen tener una visión menos peyorativa sobre la vejez. La sociedad ganaría mucho si lograse que el paso del tiempo no fuese considerado desgaste sino movimiento, cambio.
¿Cree que el sistema está pensado para facilitar esas relaciones? ¿Cuáles son los obstáculos (p.ej. edadismo, segregación etaria…)
Conozco pocas personas y pocos sistemas sociales que estén centrados en facilitar intencionadamente las relaciones intergeneracionales. Y no por negligencia, sino por desconocimiento. Para mí, el mayor obstáculo es la importancia abusiva e irracional que le concedemos a nuestra edad cronológica. ¡Prestamos demasiada atención a los cumpleaños!
¿Cuáles son las claves para superar esos obstáculos? ¿Qué se puede hacer desde el tercer sector para ello?
La clave fundamental es desembarazarse al máximo de nuestra edad cronológica como medio para pensar quién es quién y quién hace qué. Hoy es obligatorio, al menos, hablar de edades, en plural. Entidades como la cooperativa andaluza Macrosad están ofreciendo servicios y espacios donde experienciar cómo es la vida cuando las relaciones intergeneracionales forman parte del día a día; esto podría hacerlo el tercer sector.
¿Qué elementos se deberían tener en cuenta para organizar con éxito actividades o iniciativas sociales enfocadas a las relaciones intergeneracionales?
El primero, acabar con la idea de que cada persona solo pertenece a una generación: somos multigeneracionales. El segundo, no empeñarse en saber de antemano lo que sucederá cuando distintas generaciones se relacionan, es decir, dejar que la propia relación se abra paso a su manera; eso sí, en entornos seguros, sensibles y formados al respecto.
¿Qué papel puede desempeñar la pedagogía y la enseñanza desde la escuela sobre el edadismo y las relaciones intergeneracionales?
Para empezar, la práctica de la enseñanza escolar podría disminuir más la segregación entre grupos de edad. Además, nuestras escuelas podrían facilitar más y mejores experiencias intergeneracionales que permitieran a las comunidades escolares vivir y naturalizar el cruce entre generaciones. En este sentido, y como ejemplo, a estas alturas me parece injustificable la ausencia de personas mayores en aulas, pasillos y patios de nuestros centros escolares.
Talent sènior
Reflexionem amb Feliciano Villar, catedràtic de psicologia del desenvolupament en el Departament de Cognició, Desenvolupament i Psicologia de l'Educació de la Universitat de Barcelona, sobre el talent i la creativitat en la gent gran.
(Disponible només en castellà)
¿Cómo cambia nuestra capacidad de aprendizaje a medida que nos hacemos mayores?
Transcripción audio Feliciano Villar
La gran mayoría de personas, a no ser que tengan un proceso de carácter patológico, continúan manteniendo sus capacidades intelectuales fundamentales y su capacidad de aprendizaje hasta el final, hasta el último día de sus vidas. Hasta el último día de nuestras vidas, continuamos aprendiendo cosas. Obviamente, como todos los aspectos del ser humano, estas capacidades van cambiando con la edad.
Está documentado que, en algunos aspectos, elementos como por ejemplo la memoria, pueden pueden funcionar de manera algo menos eficiente a medida que pasa el tiempo y especialmente en los últimos años de nuestra vida. Sin embargo, en lo fundamental, como hemos dicho, nuestro talento, nuestra capacidad de aprendizaje continúa hasta el final. Y el cambio que se produce es más un cambio de carácter cualitativo que no de carácter cuantitativo.
Hemos de tener en cuenta que nuestra inteligencia, nuestras capacidades intelectuales, son en gran medida o están en gran medida construidas a partir de la experiencia que tenemos y a partir de las exigencias de nuestro contexto. Los contextos son muy diferentes a medida que pasa el tiempo, y no es lo mismo las exigencias, lo que se nos exige cuando somos jóvenes, cómo emplear estas capacidades intelectuales que tenemos durante la juventud, a lo que se nos exige y el contexto que experimentamos cuando somos mayores.
En este caso, el contexto de los mayores es un contexto mucho más reposado que el de los jóvenes. No es tanta la urgencia por aprender muchas cosas en poco tiempo, sino más bien la inteligencia de los mayores y su capacidad de aprendizaje se basa más bien en interpretar de manera profunda los acontecimientos y en encontrar sentido a la vida.
¿Qué es el pensamiento postformal y la sabiduría?
¿Qué es el pensamiento postformal y la sabiduría? Adaptación radiofónica
Transcripción audio Feliciano Villar
A medida que pasa el tiempo, y especialmente en las últimas décadas de nuestra vida, las personas podemos experimentar ganancias desde el punto de vista intelectual. Algunas de estas ganancias que se han evidenciado en la investigación son características como el pensamiento postformal y la sabiduría.
El pensamiento postformal es un estilo de pensamiento que desarrollamos fundamentalmente en la edad adulta, en la que la clave está en que somos más capaces de integrar lo puramente racional, lo puramente formal, con lo emocional. Y a la hora de resolver problemas, somos capaces de integrar en la solución óptima a los problemas los aspectos emocionales que rodean cualquier situación social y los aspectos relacionales, que son elementos que, más allá de la pura lógica, nos pueden ayudar a encontrar, no las soluciones a los problemas, sino las mejores soluciones dentro de aquellas posibles.
También el pensamiento postformal se caracteriza por una mayor conciencia del relativismo y de la incertidumbre que tiene la solución de problemas, especialmente en los problemas que nos suceden en nuestra vida cotidiana y que son importantes, que implican nuestras relaciones o decisiones importantes en la vida. A medida que nos vamos haciendo mayores, somos más conscientes de que las cuestiones son relativas y de que se pueden mirar desde diversos puntos de vista, y de que encontrar una solución única que dé respuesta total a un determinado problema, a veces es muy difícil.
Algo muy parecido al pensamiento postformal es la sabiduría. Hay muchas definiciones de sabiduría. A mí me gusta una que dice que la sabiduría es el equilibrio entre el saber y el dudar. Es decir, la persona sabia es aquella que sabe muchas cosas, pero que entre ellas es consciente de que hay cosas que no sabe, es decir, es consciente de su propia ignorancia en ciertos aspectos.
Y por otra parte, esta conciencia de que uno no lo sabe todo no nos impide emitir juicios. Es decir, no nos quedamos bloqueados en la duda. La sabiduría es una de las características que se supone que se incrementa con el paso del tiempo. Y como depende en gran medida de las experiencias vitales que uno ha tenido, parece lógico que las personas mayores, en cierto sentido, sean más sabias que las personas más jóvenes.
No obstante, también tenemos que tener en cuenta que la sabiduría no se da únicamente por el paso del tiempo. Ser sabio no implica simplemente tener muchas experiencias, sino haber aprendido de las experiencias. Al igual que hay personas mayores muy sabias, también hay mayores que, por las razones que sean, han aprendido poco a partir de las experiencias vitales que han tenido. Es decir, ser mayor nos da más números para ser sabios, pero no determina que seamos con certeza más sabios, en ocasiones no sucede esto.
¿Qué beneficios aporta fomentar el talento en personas mayores?
¿Qué beneficios aporta fomentar el talento en personas mayores? Adaptación radiofónica
Transcripción audio Feliciano Villar
Fomentar el talento y las capacidades de las personas mayores es algo que beneficia tanto a las personas mayores como a la sociedad como un todo. Vivimos en un mundo en el que, por desgracia, muchas veces lo que prima son los valores de la juventud y el valor de la novedad, es decir, aquellas cosas que son nuevas, que son innovadoras y que se asocian a lo joven parece que son las únicas que tienen valor. Y quizá desde un punto de vista técnico, en algunas ocasiones sea así.
Sin embargo, los valores de los mayores, los talentos de los mayores, la experiencia que han acumulado las personas mayores a lo largo de la vida, tiene una utilidad indiscutible. Y ser capaces de que ellos encuentren o que se les faciliten posibilidades para seguir aprovechando y seguir aplicando esas capacidades que han acumulado a lo largo de una vida, es algo que nos puede beneficiar a todos.
Por otra parte, sería también una forma de romper de alguna manera con los estereotipos que existen sobre la vejez, estereotipos que a veces algunas personas mayores asimilan. Es decir, una de las cuestiones más estrechamente vinculadas desde este punto de vista del prejuicio con las personas mayores y con la vejez, es la idea de que ya no sirven para nada, de que no son útiles para la sociedad.
Ser capaz de seguir aplicando los talentos que uno tiene, las capacidades que uno tiene, los aprendizajes que uno ha acumulado, sirve para romper esta idea de que las personas mayores dejan de ser productivas o de que ya no son útiles para la sociedad. Lo son, y mucho. Simplemente hemos, por una parte, de fomentar que sigan activas, que sigan participando y contribuyendo a sus familias y a sus comunidades y, por otra parte, proporcionarles oportunidades para que se sigan formando y espacios para que puedan seguir aplicando estos talentos que han acumulado a lo largo de toda una vida.
Más allá del trabajo, ¿en qué ámbitos pueden las personas mayores aplicar su talento?
Transcripción audio Feliciano Villar
Cuando hablamos de contextos o de ámbitos en los que las personas mayores pueden seguir siendo útiles y contribuyendo, quizá lo primero que piensa uno es en la familia, la familia como un contexto en el que las personas mayores tienen mucho que aportar. Y tienen y tienen mucho que aportar en diferentes papeles: primero, ejerciendo su papel de padres, en el que, de ser padre, uno es padre hasta el final. Y uno puede seguir ejerciendo una labor de asesoramiento, de ejercer un poco de mentor de sus propios hijos, aconsejándoles y ayudándoles también, a veces incluso de manera material. Es decir, la paternidad y maternidad no es un papel que se pierda a medida que uno se hace mayor, sino que en cierta medida se transforma, se dan menos cuidados y ayuda material y se pasa a un papel un poco más simbólico, de ser un recurso en quien los hijos confían cuando tienen que tomar decisiones importantes, por ejemplo.
Un segundo papel que pueden ejercer los mayores, en el que pueden seguir expresando su talento, es a partir de ser abuelos. Es, quizá, uno de los roles que se ganan cuando nos hacemos mayores. Siendo abuelos, las personas mayores pueden aplicar en sus nietos quizá cosas, experiencias, sabiduría que han adquirido a lo largo de los años y que quizá no tenían cuando sus propios hijos eran pequeños. Todos los saberes, toda la experiencia vital que son capaces los abuelos de transmitir a sus nietos, va a ser un bagaje, un tesoro para esos niños y, para ellos, una experiencia de qué significa y cuál es el valor de hacerse mayor.
Más allá de la familia, también en la comunidad, pueden los mayores seguir expresando su talento y sus aprendizajes. Obviamente, para muchos mayores, el trabajo ya no es una opción porque se han jubilado, pero en la comunidad pueden ejercer papeles, por ejemplo, de voluntarios. Hay muchas organizaciones que valoran el papel de los mayores. Toda la experiencia acumulada por los mayores, la valoran y la necesitan para poder llevar a cabo sus proyectos de mejora social. Y por otra parte, por qué no, también las personas mayores pueden seguir ejerciendo su participación y activismo político. Pueden seguir comprometidos en elaborar proyectos para mejorar la sociedad, ya sea de gran alcance o ya sea en un ámbito mucho más local o vecinal.
Hemos de ser capaces de aprovechar todo ese talento que tienen los mayores para que no solamente se puedan beneficiar ellos, sino para que nos podamos seguir beneficiando todos.
¿Algún proyecto que se haya llevado o se esté llevando a cabo para transferir los conocimientos de forma bidireccional y fomentar la intergeneracionalidad?
Transcripción audio Feliciano Villar
Hay muchos proyectos en los cuales se cuenta con las personas mayores y con su talento como forma de contribuir a los demás y de promover el aprendizaje de las propias personas mayores.
A mí me gustaría comentar al menos dos: por ejemplo, en la universidad en la que yo trabajo, en la Universidad de Barcelona, tiene lo que denominamos la Universidad de Experiencia. La Universidad de la Experiencia es un proyecto en el que las personas mayores que se apuntan pueden seguir formándose y aprendiendo habilidades; seguir estudios que quizá cuando eran jóvenes no pudieron seguir por falta de tiempo o porque su trayectoria profesional les llevó por otro lado. Mi experiencia con esta universidad de las personas mayores es que ellos se lo pasan fenomenal, aprenden un montón de cosas y que les sirve para poder seguir desarrollándose personalmente, para conocer otras personas y para acumular conocimientos y experiencia que después pueden poner en práctica en su vida cotidiana.
Un segundo ejemplo de programa que puede servir para aprovechar y para desarrollar el talento de las personas mayores son diversos proyectos, también muchas veces en el ámbito de la universidad, que se están desarrollando de mentoría mayor, es decir, personas mayores con una experiencia vital o profesional elevada. En estas organizaciones, en estos proyectos, lo que hacen es ser asignados a jóvenes que, precisamente, de lo que carecen es de esa experiencia y de ese savoir faire que muchas veces han acumulado las personas mayores.
En algunos proyectos de los que he tenido conocimiento, por ejemplo, en niños o jóvenes con algunos problemas de adaptación social o de problemas académicos, se les asignan tutores mayores, mentores mayores, que son capaces no solamente de enseñarles cosas, sino de ver los problemas por los que pasan, las dificultades por las que pasan, desde otro punto de vista y poder seguir sus consejos.
En otro ámbito, por ejemplo, también hay programas de mentoría empresarial en las que directivos mayores, que han acumulado un gran conocimiento a lo largo de su vida, son capaces de mentorizar y de asesorar a jóvenes emprendedores que quizá tienen mucha energía, buenas ideas, pero que les falta esta experiencia del mundo de la empresa, que los mayores pueden cederles. Son algunos ejemplos de cómo este talento mayor puede revertir en la sociedad y puede seguir también desarrollándose.
¿Cuáles son los retos y las oportunidades de vivir en una sociedad cada vez más longeva?
Transcripción audio Feliciano Villar
La esperanza de vida de los mayores, de todos nosotros, ha subido espectacularmente, y esto es uno de los mayores avances de la civilización en los últimos años: ser capaces de tener una gran probabilidad de, después de la jubilación, después de los 60, 65 años, de poder vivir, pues 20, 25, incluso 30 años más de vida, con una relativa buena salud en muchos casos.
Esto es relativamente nuevo, desde el punto de vista histórico, y mi impresión es que las sociedades no estamos preparadas para este gran cambio que hemos experimentado en las últimas décadas. Porque, si bien tenemos unas expectativas bastante claras de cuál es la función y las obligaciones de los niños, de los jóvenes o de las personas de mediana edad, la verdad es que no tenemos nada claro cuáles son las obligaciones y qué se espera de las personas mayores una vez jubiladas.
Parecería que en la jubilación, lo que se espera de ella es que uno descanse después de toda una agitada vida de trabajo. Lo que pasa es que esta opción del descanso, que puede ser válida para un tiempo, cuando la planteamos en una perspectiva de 20, 25 o 30 años, la verdad es que es que no parece viable por una parte y, por otra parte, también parece un cierto derroche de todo el talento, todas las facultades, toda la experiencia que han acumulado las personas mayores.
Yo creo que, como sociedad necesitamos pensar cómo podemos aprovechar todo ese talento, toda esa experiencia, cómo podemos elaborar contextos que sean amigables para que las personas mayores continúen implicadas, y que esa implicación sea un derecho de las personas mayores. Quizá no todas puedan o quieran seguir implicadas, pero aquellas que lo deseen —que mi impresión es que cada vez van a ser más, cada vez contamos con generaciones de personas mayores que acceden a la etapa post jubilatoria más formadas, con más motivación y con una buena salud—, que ese perfil de personas mayores, que probablemente van a querer seguir estando implicadas, no vean la jubilación como una etapa en la que no se espera nada de ellos, sino en la que se espera mucho, por el contrario.
Eso sería lo ideal: que pudieran encontrar proyectos, contextos, sitios donde seguir utilizando y seguir contribuyendo a la sociedad con ese talento que han acumulado. Sin duda, este es uno de los mayores retos de las sociedades que nos autodenominamos desarrolladas y que somos sociedades envejecidas. ¿Qué hacer con esos 20 o 30 años extra que hemos acumulado?
En la medida en la que podamos ofrecer alternativas atractivas para los mayores y en los que ellos puedan seguir desarrollándose, vamos también a tener todo un bagaje, toda una serie de recursos que no nos esperábamos. Y probablemente los mayores no solamente se van a ayudar a ellos mismos, no solamente se van a poder seguir desarrollando, sino que van a poder contribuir al bien común, al desarrollo de todos.
Ojalá, como sociedad, podamos tomarnos ese reto de manera seria, abordarlo en un futuro, y huir, escapar de ideas de la vejez únicamente como pérdida, como personas que ya no son válidas o que son totalmente improductivas. Al revés: hemos de ver a las personas mayores no como una carga, sino como un recurso para todos.
¿Qué ocurre con las personas mayores que están demasiado ocupadas, por ejemplo, en las tareas de los cuidados?
Transcripción audio Feliciano Villar
Es cierto que, mientras que hay un perfil de personas mayores que tienen dificultades para poder adaptarse a la vida después de la jubilación y para encontrar tareas que llenen de sentido sus días, nos encontramos con otro perfil de personas mayores que al revés: están de alguna manera sobreocupadas.
Muchas veces estas ocupaciones de las personas mayores tienen que ver, por ejemplo, con tareas de cuidado, de cuidado a la familia, a los nietos, por ejemplo. Sabemos que una de las principales formas que las familias en las que los dos miembros de la pareja trabajan son capaces de conciliar la vida familiar con la vida laboral es a partir de la ayuda desinteresada de los abuelos y, sobre todo, de las abuelas.
Muchos de estos abuelos y abuelas encuentran gran satisfacción en el cuidado a sus nietos, pero en otros casos encontramos también perfiles de personas mayores un poco sobrecargadas porque, junto con el cuidado de sus nietos y nietas, quizá tienen también otras tareas de cuidado, por ejemplo, a familiares dependientes. Por ejemplo, si uno de los cónyuges, pues tiene algún tipo de enfermedad crónica, o son personas que les gustaría hacer muchas tareas y que, por lo que sea, por estas obligaciones de cuidado, no pueden.
Hemos de tener en cuenta que todos estos cuidados que prestan las personas mayores son cuidados, muchas veces, desinteresados, y yo creo que un elemento para que no se produzca esta sobrecarga —esto que algunos autores llaman el “síndrome de los abuelos esclavos”—, es que estas tareas de cuidado se limiten, se hagan de forma libre y, yo creo, que se explicite de alguna manera un contrato con los hijos, para que las personas mayores, por una parte, hagan valer su tiempo y, por otra parte, que todos, ellas y también los hijos, tengan claro los límites de lo que se les puede pedir a estas personas mayores. Es decir, que uno tenga claro cómo, cuándo y en qué emplear su tiempo.
Yo creo que muchas veces funcionamos a partir de contratos más bien tácitos, en los que nunca se explicita, ni siquiera a veces el agradecimiento por la tarea hecha. Y creo que sería bueno pasar a un aspecto mucho más explícito, mucho más a que las cosas se digan. Y que las personas mayores sepan que, si les apetece, pueden prestar cuidados, pero que la responsabilidad última de tener niños corresponde lógicamente a sus padres, y que los padres no pueden externalizar este cuidado de manera ilimitada en sus propios padres, es decir, en los abuelos. Ser claro, tener claro cuánto tiempo quiere uno dedicar a los cuidados y cuáles son las líneas rojas en estas responsabilidades es algo que sería muy importante para que la relación entre padres e hijos se diera de manera libre y de manera satisfactoria.
Hemos de pensar, por otra parte, que estamos ante también una cuestión de derechos. Las personas mayores ya tuvieron a sus hijos, ya los criaron y ahora es su derecho. Esas últimas décadas de su vida, decidir en qué emplearlas. Uno puede decidir libremente seguir contribuyendo a la familia, a sus propios hijos, al cuidado de los nietos, pero puede decidir poner límites a esos cuidados o incluso decidir no hacerlo, y dedicarse esos últimos años de la vida a uno mismo, a una misma.
En todo caso, se tiene que tratar de una decisión pensada, consciente, libremente decidida y explícita. Es decir, que los hijos sepan exactamente qué pueden esperar de sus padres y hasta dónde pueden pedir las cosas.
¿Qué tareas tenemos pendientes para mejorar el cuidado de las personas mayores, especialmente en las residencias?
Transcripción audio Feliciano Villar
Cuando hablamos de cuidados y talento, yo creo que hay un par de cosas que tenemos que tener claras: en primer lugar, cuidar es también una habilidad que se ha de desarrollar y que se ejercita y desarrolla en el tiempo.
Cuando nos planteamos cómo mejorar los cuidados de las personas que los necesitan, de las personas con algún tipo de dependencia, hemos de tener muy en cuenta que el cuidar al cuidador, ser capaz de formar a los cuidadores y darles recursos para que puedan ejercer mejor su labor, es fundamental. Muchas veces este dar recursos implica tener momentos de alivio, tener apoyos, tener tiempos y momentos en los que el cuidador pueda dedicarse a sí mismo.
Hay ocasiones en las que estos cuidados no se dan de manera informal dentro de las familias, sino que se dan en entornos institucionales, en residencias. Yo creo que un aspecto muy importante respecto a estos cuidados institucionales es intentar abrirlos a la comunidad. Es decir, que las residencias no sean cápsulas que no tengan relación con la comunidad en la que se encuentran, sino intentar fomentar unas políticas de puertas abiertas, en las que no solamente los profesionales estén implicados en esos cuidados, sino también las familias puedan tener un papel dentro de los cuidados a las personas que viven en residencias. Y por qué no, que también entidades de voluntariado o elementos de tipo intergeneracional puedan tener también su papel en la provisión de esos cuidados.
En este sentido, las personas mayores, por ejemplo, que se implican en programas de voluntariado o en programas intergeneracionales podrían tener un papel dentro de esta transformación de las residencias, más que decíamos en cápsulas con muros, que los apartan de la comunidad en las que están, en comunidades o en instituciones mucho más abiertas, donde los diferentes recursos de la comunidad puedan tener un papel también en ellas.
Por otra parte, y si lo tomamos desde las personas que viven en estas residencias, hemos de pensar también que estas personas merecen tener un proyecto de vida. Merecen también ser vistas no solamente como una persona que está en la residencia esperando a morir, sino como una persona que tiene la oportunidad también de seguir desarrollándose hasta el último día de su vida. Hemos de darles oportunidades para que, en mayor o en menor medida, dependiendo de las capacidades que la persona conserve, pueda seguir aprendiendo, pueda seguir teniendo ilusiones y, por qué no, pueda también seguir contribuyendo a los demás, aunque sea de una manera simbólica, a partir de un ejemplo de vida.
Tendemos a asociar talentos como la creatividad y la innovación con la juventud, pero ¿qué papel tienen entre las personas mayores?
Transcripción audio Feliciano Villar
Es cierto que todavía hoy seguimos asociando la creatividad, el talento, a la juventud más que a las personas mayores. Parece que la innovación solo puede venir por parte de las generaciones más jóvenes que, de alguna manera, son las encargadas de romper con los valores y con las creencias establecidas en determinado momento.
En las sociedades en las que vivimos, sin embargo, esto yo creo que, hasta cierto punto, está cambiando. ¿Por qué? Porque tenemos unas generaciones de personas mayores que ya fueron muy rupturistas en el pasado, y muchos de ellos conservan esta actitud innovadora y rupturista.
Tenemos que tener en cuenta que las generaciones que ahora acceden a la jubilación fueron las generaciones del mayo del 68 en nuestro país, de la democracia, de la lucha por los valores democráticos. Son generaciones que tuvieron que romper con el pasado y que, de alguna manera, muchas de ellas han conservado esta actitud contestataria y, hasta cierto punto, crítica e innovadora.
Hemos de tener en cuenta también que, si bien la creatividad y la innovación son valores muy importantes, también lo son otros valores como la experiencia o la búsqueda del sentido, aspectos para los que quizá están más preparadas las personas más mayores que los jóvenes. Los jóvenes se encuentran ciertamente en otro contexto, con otras circunstancias vitales, y sus objetivos son otros.
Cuando uno es mayor, tiene más sentido buscar o hacer cosas con significado, intentar encontrar aquello que dé sentido a la propia vida y que vaya más allá de los cambios circunstanciales que, desde la perspectiva de la edad, uno pueda ver que van y vienen. Ser capaces de reconocer también el valor de lo que permanece, de separar el grano de la paja. Aquello que es esencial en las situaciones es algo que aporta mucho valor, y es algo en lo que las personas mayores, a partir de su experiencia, de toda una vida vivida, pueden ser particularmente buenas en ese sentido. Estar en unas circunstancias particularmente ventajosas para aportar esos valores a la empresa, a las familias y a las comunidades.
Apostar todo a la novedad, a la ruptura, a la innovación, puede ser muy interesante en algunos contextos, pero yo creo que no es lo único, y que frente a esos valores, estos otros de lo importante, lo esencial, lo que permanece, son también valores muy importantes y que pueden pueden contribuir tanto en ámbitos laborales como en ámbitos fuera del trabajo.
¿Qué beneficios aporta fomentar la creatividad y el aprendizaje a lo largo de la vida, especialmente en la vejez?
Transcripción audio Feliciano Villar
Muchas veces, esta idea de que la creatividad está asociada a la juventud, son las propias personas mayores las que lo interiorizan. Y esto es peligroso, porque uno puede pensar que, cuando es mayor, ya lo tiene todo hecho y lo que le queda es simplemente vivir de las rentas.
En cambio, si contemplamos la creatividad como un proceso que se puede desarrollar a lo largo de toda la vida, quizá es algo que nos da alicientes para vernos a nosotros mismos como personas en desarrollo, como personas en construcción. Es decir, las personas seguimos desarrollándonos, seguimos aprendiendo, seguimos teniendo experiencias hasta el último día de nuestra vida. Y concebirnos así nos da motivos para salir de nuestra zona de confort, para seguir experimentando cosas nuevas, para seguir avanzando por proyectos vitales que puedan suponer un desafío.
Esto es algo que no solamente promueve la creatividad, sino que tiene consecuencias, yo creo que muy positivas, en muchos aspectos de nuestra vida. Es algo que mantiene, de alguna manera, afiladas nuestras capacidades intelectuales, las mantiene vivas, y también es algo que puede darnos muchas satisfacciones a partir de estos nuevos desafíos que podemos plantear afrontar en todos los momentos de nuestra vida, también al final de la vida, y puede hacernos conocer o profundizar en nuevas relaciones sociales.
Es decir, plantear que la etapa de cambios está asociada a la primera mitad de la vida y que después, en la segunda mitad y especialmente en la vejez, los cambios no son posibles, la creatividad no es posible, es un error que tiene consecuencias en en la falta de desarrollo de un potencial que todas las personas tenemos por el propio hecho de estar vivos, cada uno con los condicionantes o con las barreras que pueda tener en su contexto, pero, en cierta medida, todos podemos cambiar y aprender hasta el último día.
¿Qué papel tienen iniciativas como el Concurso de Relatos de la Fundación ”la Caixa” en el empoderamiento de las personas mayores?
Transcripción audio Feliciano Villar
La iniciativa del Concurso de Relatos que organiza el programa de Personas Mayores de la Fundación ”la Caixa”, en mi opinión, contribuye, sin duda, a cambiar la imagen que tenemos de las personas mayores y a promover su talento y su experiencia. Hemos de tener en cuenta que todos tenemos historias que contar, y muchas veces estas historias nacen a partir de la experiencia. Creer que, porque uno es mayor, las historias que tiene que contar son menos interesantes, o ya no tienen valor para los demás, es un error.
Con iniciativas como esta, promovemos una imagen diferente de las personas mayores, una imagen que tiene que ver con los mayores como creadores y como contadores de historias. Historias que, sin duda, en muchas ocasiones, lo que hacen es encapsular, es concretar experiencias vitales vividas, que pueden servir de material para esas historias y, sobre todo, aquellas lecciones que uno ha aprendido a lo largo de la experiencia.
Creo que iniciativas como esta, en las que se pone énfasis en el papel activo y creativo de las personas mayores, no solamente sirven para cambiar la imagen de esta etapa vital hacia términos mucho más optimistas, sino que son un camino muy bueno para promover lo que las personas mayores tienen todavía que decir, que es mucho.
Edatisme
Reflexionem sobre edatisme, la discriminació per qüestió d’edat que pateix especialment la gent gran, amb:
Vânia de la Fuente-Núñez, metgessa i antropòloga, a més d’experta internacional en envelliment saludable i edatisme, i becària de la Fundació ”la Caixa”.
Veure el debat “Edatisme i gent gran. Com es pot abordar per crear un món per a totes les edats”, dins del cicle “Parlem de…” del Programa de Gent Gran de la Fundació ”la Caixa”.
(Disponible només en castellà)
o Llegir, veure o escoltar l’entrevista “Més longevitat obre oportunitats per a la convivència” publicada al MediaHub de la Fundació ”la Caixa”.
Montse Celdrán, experta en psicologia de l’envelliment i autora del Glosario sobre edadismo de la Fundació ”la Caixa”.
Veure l’entrevista d’A fons sobre edatisme amb Gemma Nierga.
Llegir l’entrevista “Paraules per afrontar l’edatisme” sobre el Glosario sobre edadismo.
Consultar el Glosario sobre edadismo.
Digitalització
Reflexionem amb Adriana Martínez Sans, llicenciada en Ciències Econòmiques i Empresarials per la Universitat de Deusto. Dirigeix APTES, Asociación para la Promoción de la Tecnología Social dedicada a contribuir a millorar la vida de les persones aportant connexions, conceptes i mètodes transformadors, per mitjà de projectes en clau tecnològica i de disseny social.
La gent gran i la digitalització
Vivim en una era digital. Les persones de totes les edats estem exposades a les oportunitats i els reptes d’una digitalització que impacta en tots els ordres de la vida: la interacció social (incloses la familiar i la laboral), la capacitació, la salut, el lleure, la informació, la relació amb les administracions i les empreses de serveis
Amb una freqüència excessiva es parla de la bretxa digital1 que “afecta” la gent gran. Com si la bretxa només fos per a les persones d’aquest col·lectiu i no per a les de qualsevol edat! No es pot ni s’ha de generalitzar: la gent gran és diversa també en la relació que mantenen amb el món digital.
Per a algunes persones grans, l’àmbit digital els està permetent accedir a espais que hi havia qui creia que no eren “propis de gent de la seva edat”… Per a d’altres, és un món en què no hi són: per por, perquè no poden seguir el ritme al qual evoluciona o perquè directament no hi volen ser… I, al mig, persones grans que fan esforços per capacitar-se, per estar al dia, per no quedar enrere o, com a mínim, per estar al nivell de persones semblants del seu entorn.
Tant els programes de capacitació digital com els espais d’acompanyament digital per a les persones —les grans i les de qualsevol edat— són importants i se n’ha de revisar permanentment el disseny per adaptar-los a unes necessitats i oportunitats socials i digitals canviants.
En aquest context, actualment hi ha espais en què gent gran, i no precisament les persones més digitalitzades, està contribuint a identificar elements i estratègies que permeten enfocar projectes, serveis i iniciatives perquè tothom pugui accedir de manera equitativa a les oportunitats que ofereixen les solucions digitals i, d’aquesta manera, participar de forma efectiva en el món digital, cosa que en definitiva implica l’equitat digital2. Aquestes persones estan incidint amb les seves reflexions en la valoració de tecnologies diverses com la veu, contribuint a fer que llengües minoritàries com el basc tinguin una presència en el desenvolupament d’aquestes tecnologies de veu, a construir criteris pel que fa a quan convé i quan no recórrer a la intel·ligència artificial generativa o altres solucions digitals...
En aquests espais de reflexió, persones grans convertides en agents de canvi en l’equitat digital declaren la curiositat, en aquest cas, per l’esfera digital com una capacitat que cal entrenar a totes les edats.
Per acabar, les persones grans convertides en agents de canvi proposen adreçar la mirada també envers dissenys realment socials dels processos i serveis (públics i privats) que es digitalitzen. I que no tan sols les persones hi han de posar de part seva, capacitant-se, sinó que també cal que qui té la responsabilitat d’aquesta digitalització entengui bé les realitats de les persones, independentment de l’edat, les quotidianitats, els anhels, les pors, les capacitats o les limitacions.
1. Bretxa digital: és el sumatori de disparitats d’accés i ús de les solucions digitals entre persones. Estan relacionades amb la capacitat econòmica, la ubicació geogràfica i la capacitació, entre altres factors. Aquest concepte adreça la mirada a descriure un problema de desigualtat d’accés i ús de les solucions digitals.
2. Equitat digital: és la igualtat d’oportunitats per accedir i fer servir les solucions digitals de manera efectiva. Busca assegurar que tothom, especialment les persones en desavantatge social, tingui les mateixes oportunitats de participar en l’era digital que viu la nostra societat. Aquest concepte centra la mirada en la promoció de condicions que permetin un accés i un ús just de les solucions digitals.
Aprenentatge
Reflexionem sobre aprenentatge i gent gran amb la Dra. María Márquez, professora i investigadora a la Facultat de Psicologia de la UAM.
Com canvia el talent i la capacitat d’aprenentatge a mesura que ens fem grans?
No crec que hi hagi un canvi radical, perquè el talent i la capacitat d’aprendre quan ens fem grans és el resultat de com haguem conreat aquestes competències al llarg de tota la vida. En altres paraules, hi ha força continuïtat: si ens ha agradat aprendre, llegir i aplicar el coneixement al llarg de la vida, és probable que mantinguem aquestes activitats quan siguem grans i que els processos cognitius que se n’encarreguen (memòria, atenció, velocitat de processament, vocabulari, etc.) continuïn funcionant força bé, encara que hi hagi una certa disminució en la seva eficàcia, vinculada al procés normal d’envelliment. Així doncs, si bé és cert que el cervell i els òrgans sensorials experimenten alguns canvis amb l’envelliment, la realitat és que la capacitat per aprendre i desenvolupar el talent es manté i, fins i tot, es pot gaudir més en la vellesa, especialment si l’hem conreat al llarg de la vida.
En quines habilitats minvem i en quines millorem?
D’acord amb la investigació, l’envelliment afecta de manera particular alguns processos cognitius. Alguns d’aquests canvis que implica formen part normal de l’envelliment i apareixen abans del període que anomenem vellesa, en què es pot fer evident una disminució de l’eficàcia d’algunes capacitats cognitives fins i tot en la dècada dels 40 o 50 anys. Altres canvis cognitius que poden aparèixer en la vellesa són una mica més significatius, però sense arribar a ser patològics. En aquest sentit, l’anomenat “deteriorament cognitiu lleu” implica un declivi en el funcionament cognitiu que, encara que sigui lleuger, és evident per a la persona; això ocorre en un percentatge baix de persones grans i pot ser reversible, situacional. Finalment, en alguns casos, els canvis en el rendiment cognitiu i la capacitat d’aprenentatge són importants de debò i es relacionen amb un procés patològic, com passa en el cas de les demències, que apareixen en un percentatge baix de persones entre 65 i 70 anys i amb més probabilitat en persones de més de 80 anys.
Amb relació a l’envelliment cognitiu no patològic, hi ha unes diferències enormes d’unes persones a les altres pel que fa als temps en què apareixen els canvis, la intensitat i els processos cognitius concrets que es veuen més afectats.
Tot i que hi ha una enorme heterogeneïtat en la forma i els temps en què envelleix el cervell, la recerca indica que l’envelliment afecta, fonamentalment, processos relacionats amb determinats tipus de memòria i d’atenció. Concretament, es veuen canvis en la memòria prospectiva, que és la que fem servir per recordar una acció planificada (p. ex., anar al supermercat i oblidar-nos de comprar un producte que teníem en ment perquè se’ns ha acabat). També acostuma a veure’s afectada la memòria episòdica retrospectiva recent, és a dir, la que utilitzem quan recordem coses que hem fet recentment (p. ex., què vam menjar ahir per dinar?).
La bona notícia és que aquests canvis no ens anul·len en absolut la capacitat per continuar aprenent. De fet, la major part de la gent gran desenvolupa per si mateixa estratègies per manejar i compensar aquests canvis associats a l’envelliment. Gràcies a la neuroplasticitat, els nostres cervells semblen adaptar-se força bé als canvis associats a l’envelliment, i es poden reorganitzar i reclutar noves zones cerebrals per fer tasques que abans es feien en altres zones del cervell afectades per l’envelliment. A més, també podem aprendre estratègies pràctiques per ajudar a compensar les possibles pèrdues d’eficàcia en aquests processos.
D’altra banda, resulta fonamental per mantenir facultats l’ús de dispositius que permetin compensar la disminució associada a l’edat en l’eficàcia d’algunes capacitats sensorials, com l’oïda o la vista (amb audiòfons i ulleres), ja que s’ha comprovat que un percentatge important del risc de patir demència té a veure amb el desús o la falta d’“entrada d’informació al cervell”. Si no utilitzem el cervell, perdem facultats.
En quins processos no hi ha canvis o n’hi ha en direcció a un rendiment més elevat?
Aquí tornem a trobar diferències d’unes persones a les altres.
Malgrat això, en general, i afortunadament, el nostre magatzem de coneixements, això que anomenem “memòria a llarg termini”, sembla que és infinita, perquè és capaç de continuar emmagatzemant nous coneixements tota la vida. Com diu la famosa frase, “el saber no ocupa lloc”. Tampoc no es veuen tan negativament afectades per l’envelliment les habilitats procedimentals, és a dir, les destreses que hem practicat molt de temps i ja tenim automatitzades (p. ex., tocar el piano o escriure en un teclat d’ordinador). Potser escrivim més a poc a poc, però el resultat és més efectiu (menys errors que persones joves).
La investigació suggereix que, entre els processos que poden millorar amb l’edat, en gran manera per l’experiència acumulada, hi ha la capacitat per veure “a vista d’ocell”, és a dir, l’“ull clínic” o la capacitat per identificar relacions entre diverses fonts d’informació, entendre i veure les implicacions globals d’aspectes concrets. En altres paraules, veure el bosc en lloc de les fulles.
És important assenyalar que els processos cognitius no actuen de manera aïllada, en el fred regne de “la intel·lectualitat”, sinó que ho fan en una interacció constant i íntima amb els processos relacionats amb el funcionament emocional i social. En aquest sentit, la recerca ha trobat un cos important d’evidència que indica que l’envelliment no afecta negativament la capacitat per regular les emocions i per entendre i manejar contextos socials, la qual fins i tot sembla millorar amb l’edat. Atès que gran part de la nostra activitat cognitiva quotidiana es produeix en contextos emocionals i socials, aquestes competències, preservades en l’envelliment, poden afavorir la compensació del declivi en els processos purament cognitius que ja hem comentat prèviament.
Quins beneficis aporta fomentar el talent en gent gran (p. ex., autoestima, autorealització, projecte de vida…, socialitzar/compartir talent)?
Ja hem comentat que seguir aprenent i desenvolupant el nostre talent a mesura que envellim prevé, endarrereix o amorteix l’efecte negatiu de l’envelliment cerebral sobre el funcionament cognitiu.
D’altra banda, continuar aprenent i potenciant les nostres capacitats i talents també ens permet seguir desenvolupant un projecte de vida, seguir creixent com a persones i enriquint-nos d’experiències i aprenentatges significatius que ens aporten no tan sols entreteniment i diversió, sinó identitat, sentit i direcció. El benestar psicològic i els factors associats (autoestima, satisfacció personal, etc.) es veuen potenciats clarament quan les persones creiem en i exercim la nostra capacitat per continuar aprenent i creixent, per adquirir nous coneixements, destreses i actituds que triem perquè ens resulten significatius, ens aporten sentit o tenen a veure amb interessos i valors personals.
Relacionat amb això, les teories de l’aprenentatge adult destaquen la importància essencial que les persones puguin triar els continguts d’aprenentatge i el talent que volen desenvolupar, de manera que encaixin amb els seus valors, preferències i competències ja presents al seu repertori, que “ressonin” i siguin de debò significatius i atractius en el marc de la seva biografia i història vital. Això es relaciona amb la importància que ja hem comentat del control personal i l’autodirecció del procés d’aprenentatge, que és fonamental quan ja hem recorregut una gran part del cicle vital i hem acumulat molts aprenentatges i experiències al llarg de la vida.
Coneix algun exemple de mesura, projecte o activitat de l’àmbit social que s’hagi dut o s’estigui duent a terme per promoure el talent entre la gent gran?
La veritat és que cada vegada hi ha més iniciatives en aquest sentit.
M’agradaria destacar-ne una de molt interessant i innovadora desenvolupada a Portugal, la plataforma 55+, que fomenta el talent i reconeix l’experiència de les persones de més de 55 anys oferint un espai en què aquestes persones, expertes en diferents competències i talents, puguin continuar conreant-les oferint els seus serveis a la comunitat.
D’altra banda, és una bona notícia el fet que cada vegada es parla més de la importància d’aprofitar el talent de les persones amb experiència en l’àmbit empresarial. Sembla que, en alguns països com Espanya, Alemanya i França, l’estat incentiva la contractació de persones de més de 45 anys.
En aquest sentit, la Confederació Espanyola d’Organitzacions de Gent Gran (CEOMA) ha desenvolupat la iniciativa d’atorgar a les empreses el distintiu “Empresa Amigable” com a forma d’acreditar la qualitat del seu tracte a la gent gran. En l’acte de lliurament de les acreditacions, José Luís Fernández Santillana, president de CEOMA, va subratllar la necessitat que el món empresarial s’impliqui activament en la lluita contra d’edatisme i atengui les necessitats no cobertes de la gent gran.
Vull destacar la proposta de la Comissió Europea EPALE (Plataforma Electrònica d’Aprenentatge d’Adults a Europa), comunitat europea multilingüe integrada per professionals de l’aprenentatge d’adults, finançada pel programa Erasmus+ i que té com a objectiu treballar de manera comunitària per ampliar i millorar l’oferta i la qualitat de les activitats d’aprenentatge per a totes les persones adultes. A Espanya hi ha nombroses institucions que també tenen iniciatives per fomentar l’aprenentatge i el talent de la gent gran, com ara la Fundació Adecco, la Fundació Mapfre o la Fundació ”la Caixa”.
Quins consells donaria a les entitats socials i els seus professionals per abordar els obstacles que dificulten l’aprenentatge en la vellesa –siguin individuals o socials/culturals– per animar més persones grans a continuar aprenent i desenvolupant el seu talent?
Crec que una mesura essencial és seguir treballant per sensibilitzar la societat sobre la presència de creences edatistes que es reflecteixen en diferents formes de discriminació a la gent gran, de vegades molt subtils. En moltes ocasions, l’edatisme el trobem en les mateixes persones que envellim, en forma de pensaments que obstaculitzen, entre altres coses, el fet de continuar desenvolupant el nostre talent, de seguir implicats en nous aprenentatges.
D’altra banda, cal continuar invertint esforços i recursos econòmics en la lluita per crear cada vegada més espais d’oportunitat en què les persones de qualsevol edat puguin seguir desenvolupant activitats formatives significatives, triades, amb continguts aplicables útils i vinculats amb els seus desigs, valors, competències prèvies i històries de vida. I dic persones de qualsevol edat perquè els espais d’intergeneracionalitat són especialment atractius i rics per a l’aprenentatge i el creixement personal, i s’han de potenciar al màxim.
Finalment, recomanaria a aquestes entitats que s’informessin i tinguessin en compte el que la investigació ha trobat amb relació a l’aprenentatge en les persones adultes i grans; n’hem comentat alguns dels punts essencials a les respostes a les preguntes anteriors.
Quin tipus d’activitats serien les més apropiades per fomentar el talent?
En primer lloc, vull indicar com a requisit fonamental per a l’aprenentatge i el desenvolupament el fet de tenir una actitud favorable cap a l’aprenentatge i el desenvolupament de les nostres capacitat i talents. Creure de debò que podem continuar aprenent durant la vellesa, que el creixement i el desenvolupament no entenen d’edats. També és fonamental conèixer els nostres desigs i preferències pel que fa al coneixement i el desenvolupament personal, els temes que ens interessen i ens desperten la curiositat o fins i tot la passió, les destreses o competències que ens agradaria desenvolupar més o aprendre’n de noves. No tothom ha tingut l’oportunitat de fer-se aquesta pregunta i respondre-se-la, i han arribat a la vellesa sense conèixer bé quins desigs i aspiracions tenen amb relació al coneixement i el desenvolupament personal.
Pel que fa al tipus d’activitats, no crec que pugui saber quines serien les més adequades, ja que són les persones mateixes les que saben o poden descobrir mitjançant quines activitats i tasques volen desenvolupar el seu talent i seguir aprenent. Hem vist que és primordial que sigui cada persona la que gestioni i dirigeixi el seu procés d’aprenentatge. Ara bé, cal que l’Administració i les institucions polítiques i socials facilitin la disponibilitat i l’accessibilitat d’aquests escenaris en els quals les persones puguem continuar duent a terme aquestes accions d’aprenentatge en qualsevol moment de la nostra vida. Seria molt desitjable que les institucions i les entitats facilitessin a les persones la participació en el disseny de les seves activitats, per garantir l’“autodirecció” i la vinculació dels continguts d’aprenentatge i desenvolupament amb els valors i els projectes de vida personals.
Participació social i voluntariat
Reflexionem sobre participació social i voluntariat amb la Dra. Mercè Pérez Salanova, Doctora en Psicologia per la Universitat Autònoma de Barcelona.
Importància de la participació social de la gent gran
Els éssers humans som éssers socials. Necessitem relacionar-nos i també sentir que formem part d’una comunitat. Aquesta característica es manté al llarg de la vida, no desapareix quan envellim. Per aquest motiu, és pertinent considerar la importància dels vincles, tant dels forts com dels febles. Anomenem vincles forts els que es basen en un coneixement i una confiança més grans —familiars, amistats—; d’altra banda, els vincles febles són els que tenim amb persones a qui coneixem menys: persones amb qui compartim entorns específics com el laboral, activitats, veïnatge… Totes dues menes de vincle són rellevants per al benestar tant en el vessant individual com en el de la comunitat.
Visions sobre la participació…
Està força estesa la idea que la participació social de la gent gran es concreta a fer activitats. És una visió que ofereix una manera d’afrontar la jubilació en la qual tenir el temps ocupat, l’agenda plena, és el punt principal, el nucli. Tot sovint aquesta visió es reforça amb arguments relacionats amb la salut i la prevenció; per exemple, reiterant la importància de practicar activitat física i evitar el sedentarisme. És una visió que deixa de banda una tasca vital: pensar en el projecte de vida per a aquesta nova etapa de l’existència.
Context, influència, barreres
Certament avui dia les imatges que ens envolten posen l’èmfasi en la importància de viure el present, en la prioritat de la felicitat immediata i en com n’és, d’innecessari o inútil, reflexionar, donar-nos temps per pensar en la pròpia vida i en l’entorn. El context en què vivim no afavoreix que les persones, joves, adultes o grans, puguin reflexionar sobre la seva vida i explicar-s’ho a elles mateixes. Quan les persones es plantegen preguntes sobre com volen viure, què els interessa, de quins recursos disposen, com poden conjugar responsabilitats familiars amb il·lusions, interessos, compromisos… obren oportunitats perquè el seu envelliment tingui sentit.
Participació i diversitat
La gent gran és un sector de la població heterogeni. En les societats longeves, com la nostra, és imprescindible advertir com s’expressa la diversitat: biografies; gènere; trajectòria laboral; condicions de vida i estatus; renda; percepcions i nivells de salut, i dinàmiques familiars configuren envelliments diferents, molt diferents. Aquesta diversitat també es fa patent en les formes de participació social. Es mostra en les preferències; per exemple, entre els membres de la generació de baby boomers es manifesta més la preferència per participar en projectes o en entorns que no siguin específics de gent gran. També es fa visible quan apliquem la perspectiva de gènere, atès que s’evidencia la desigualtat exigent. A partir de la formulació “les dones són més bones cuidadores per naturalesa” es justifica la seva dedicació a les cures, fet que impedeix que tinguin temps lliure per participar, o el restringeix. La desigualtat es fa palesa en el camp associatiu: la presència de dones grans en la presidència d’associacions és inferior a la d’homes, cosa que no correspon amb la composició dels membres de les entitats, en què són majoria les dones.
Formes de participació - Oportunitats de participació
Les vies i formes de participació poden ser molt variades. La primera idea que sorgeix quan hi pensem ens condueix a la imatge d’entitats amb un llarg recorregut que per dur a terme la seva activitat compten amb la participació del voluntariat. No obstant això, quan ho explorem una mica podem descobrir un ventall d’espais de participació, alguns de situats en centres de barri —espais de gent gran, centres cívics, centres culturals, etc.—; en espais amb un llarg recorregut i una activitat continuada o en espais que funcionen per temporades o de manera discontínua, o en altres de vinculats a espais de formació (per exemple, les escoles d’adults o les aules de les universitats). L’exploració també permet advertir la varietat de temes. És interessant indicar que el “ventall” també es constata en l’anàlisi de la participació de la gent gran en altres països. Allà i aquí, el ventall es desplega en la conservació de la biodiversitat; la col·laboració en bancs d’aliments; l’acollida i suport a nens, nenes i adolescents; la defensa de les dones afganeses, avui invisibles, o fer d’altaveu de les situacions de vulnerabilitat de la gent gran.
Valor i beneficis de la participació
Cada persona, quan decideix on i com vol participar, pot estar pensant en la seva experiència i competències o estar desitjant acostar-se a alguna cosa nova. A partir de tots dos punts de sortida, la participació social permet a la persona crear nous vincles, diversos, i en aquesta mesura descobrir realitats, entorns o experiències que desconeixia. Encara que sembli innecessari, també és pertinent recordar l’impacte que té per evitar la soledat no desitjada. Al mateix temps, en aquesta descoberta té l’oportunitat de descobrir-se a ella mateixa: com se sent, com reacciona, què l’atrau, què l’inquieta… En paral·lel, la participació social, per mitjà de la implicació en projectes, permet que la gent gran contribueixi al benestar de la comunitat i, en fer-ho, expressin la seva posició activa com a ciutadans. Aquest aspecte adquireix una rellevància especial en el nostre context actual en diverses direccions, de les quals en detallo dues. D’una banda, ajuda a donar visibilitat a una imatge de la vellesa amb continguts que difereixen dels estereotips freqüents i, com a conseqüència d’això, esdevé una acció contra l’edatisme. De l’altra, augmenta la potència de les comunitats en la mesura que genera vincles i fortaleses per afrontar necessitats identificades o imprevistes. Tot això conté un valor simbòlic que nodreix els lligams socials i aquest enfortiment és molt necessari tenint en compte la fragmentació social actual.
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